viernes, 29 de abril de 2011

¿Qué Libia vendrá?


Agencias oficiales de los Estados Unidos dijeron que este último lunes medio millón de personas, la mayoría de ellas de Tercer Mundo (literal), habían abandonado Libia desde la revuelta contra Muamar el Gadafi. Al parecer la asonada había empezado en febrero. Unas 5.000 personas se suman al éxodo cada día. Todos los países fronterizos están sufriendo una verdadera avalancha de refugiados, muchos de ellos pidiendo asilo político. Túnez y Egipto son los más afectados. Se dice que para hacer frente a la demanda de socorro la comunidad mundial, encabezada por las agencias de la UN, ha montado una de las más grandes campañas de ayuda de la historia. 

El Secretario de Estado para Población, Refugiados e Inmigración, Reuben Brigety, dijo que 117. 000 personas han sido aerotransportadas a países tan distantes como Bangladesh y Vietnam. Esto se ha hecho para aliviar el flujo de inmigrantes hacia Egipto y Túnez, naciones cuya economía no permite tamaño esfuerzo. Ambos países son políticamente frágiles e inestables en estos momentos.

Brigety también dijo que los vuelos han sido pagados con 13 millones de dólares que fue una contribución del IOM y dinero que los Estados Unidos tiene destinado a ayuda humanitaria, relacionada con el conflicto Libio. El gobierno de Obama cedió 25 millones de dólares a los rebeldes, tomando una clara posición casi colonialista al respecto, según fuentes europeas. Europa ‒ según se ve desde los Estados Unidos ‒ no está de acuerdo con el último Premio Nobel de la Paz.

800 toneladas de porotos y aceite de cocina arribaron en Egipto para ser luego llevadas hacia Libia desde allí. Curiosamente Reuben Brigety dijo que es muy importante que los envíos de ayuda no sean asociados o vinculados con ninguna de las partes en conflicto, para, digamos, conservar un velo de imparcialidad.

La Oficina para la Coordinación de Asistencia Humanitaria, UNOCHA, según las siglas en inglés, ha dicho consistentemente que no ve la necesidad por ayuda militar. También Brigety manifestó que “Ellos continúan pidiendo que se respete las ordenanzas de Oslo, que mantiene que el uso de fuerza militar debe darse como último recurso”.

La USAID tiene un pequeño equipo de oficiales en la fortaleza rebelde de Benghazi para coordinar con la oposición del Consejo de Transición Nacional la necesidades que se presentan en las áreas bajo su control. Un enviado del Departamento de Estado, Chris Stevens, maneja los contactos políticos con la TNC.

En la última semana la alianza entre la NATO y los rebeldes libios ha comenzado a deshilacharse, como para decirlo de alguna manera. Los ataques aéreos de la NATO han diezmado un convoy de tanques rebeldes entre Brega y Ajdaviya en abril 7. La NATO no se ha disculpado y, al parecer, no lo piensa hacer. La NATO sospecha que los rebeldes no están en condiciones logísticas de infligir mucho daño a las fuerzas de Gadafi. Todo parece trabajar en los intereses de Muamar Gadafi y más de uno piensa que el alzamiento fue improvisado y muy mal preparado.

La NATO continúa prestando ayuda y hace la vista gorda mientras arma por lo bajo a los rebeldes. Nadie entiende nada, ni siquiera muchos políticos en los Estados Unidos. ¿Qué está haciendo la NATO? ¿Ayuda a los rebeldes o está en contra de ellos? Tanto la gente de Gadafi como los dirigentes rebeldes quieren que la NATO desaparezca.
Hasta el momento la más perjudicada por ambas partes en disputa es la población civil. Irónicamente la destrucción de la fuerza aérea de Gadafi lo ha fortalecido. El costosísimo mantenimiento de la fuerza aérea de Gadafi no existe más. La guerra ahora se pelea en tierra, donde Gadafi lleva las de ganar.

Gadafi ha mandado una delegación a Venezuela para buscar una solución pacífica al conflicto. Chávez no aclaró mucho lo que habló con la delegación pero dijo: “Ellos han venido a nuestro país por ayuda y para salir de la crisis que vive su nación”. Chávez llamó a Gadafi su amigo y hermano y repudió la intervención norteamericana. Cuba, Nicaragua y Bolivia han tomado la posición de Chávez.

El ministro de relaciones exteriores de Algeria, Mourad Medelci, advirtió sobre el peligro de las fuerzas extranjeras que intentan invadir la zona con el pretexto de la crisis de Libia. Medelci teme que Libia se convierta en una nueva Irak o Afganistán. El conflicto ha llevado una escalada en la actividad terrorista. 
Obama insiste en que la intervención norteamericana es para proteger a los civiles, no instigar un cambio de régimen. Nadie le cree a Obama, quien ya de por sí es un presidente poco creíble. Nadie les cree a los yanquis. Recientemente servicios de inteligencia y tropas disimuladas como ayuda humanitaria ha matado infinidad de civiles en Pakistán. En Vietnam destruyeron poblaciones enteras para salvarlas de sí mismas. Igualmente la administración de Obama no parece deseosa de intervenir militarmente en otro conflicto. Posiblemente se limite a la ayuda encubierta y a la manipulación de los mismos peones de siempre.

Por aquí todo es petróleo. Ya gobiernos europeos y tal vez los propios norteamericanos han establecido contacto con los rebeldes en Benghazi para asegurarse un flujo de petróleo. Los ingleses se muestran muy dispuestos a armar a los rebeldes y a hacer, de paso, un buen negocio. Los italianos, presionados por Francia e Inglaterra, ya se han sumado a los ataques aéreos.

Fuerzas leales a Muamar Gadafi bombardearon posiciones en Misrata. Alemania se ha opuesto a la campaña de bombardeo y abandonó al Reino Unido, a Francia y a los Estados Unidos en el voto del Consejo de Seguridad.

Es imposible saber cómo van a terminar las cosas en Libia. Unos dicen que Gadafi será depuesto; otros, que saldrá beneficiado. Incluso se dice que Gadafi estaría dispuesto a dar elecciones democráticas si el conflicto se resuelve a su favor. Lo que sí parece seguro es que esta región parece del todo incapacitada para hallar la paz y la concordia así como las potencias mundiales parecen sentir cierta nostalgia del colonialismo...

 Caracalla Jr.

jueves, 14 de abril de 2011

La choni que quiso ayudar


El culebrón del verano - cap. 2
Esta mujer con formación terciaria pero “bien choni” al decir popular local ha demostrado ser muy cuca (=”astuta”) y temerosa (no sólo de Dios) a la vez. Cuida mucho su imagen, no sólo la física, y por ello el trabajo sucio debe quedar en manos de otros. Siguiendo la moda, abre una página en Facebook (que no “perfil personal” aunque lo gestionan como tal) en el cual inicialmente pueden hacerse seguidores aboslutamente todos, para opinar, plantear quejas, etc. 

Los tradicionales círculos concéntricos de estómagos agradecidos forman una guardia pretoriana con diferentes niveles de argumentaciones y, a medida que se acercan las fechas electorales, comienza la censura. Los cafres de ocasión caen primero pero también demuestra que no soporta (léase en realidad, teme) la crítica contrastable. La podríamos imaginar tapándose los oídos, cerrando los ojos y gritando fuerte. Pero no, es peor aún. Es ya un pez gordo del PP valenciano. 

Aunque como todavía no ha ganado formalmente ninguna elección como cabeza de lista, se maneja de forma más precavida que Barberá y por ello quizás también se molesta fácilmente con las críticas. Si las encuestas se cumplen, el 22 de mayo puede darle su primera victoria electoral formal y tras ella se puede sospechar algún arrebato verborrágico de superioridad, al mejor estilo de como se interpreta “tener razón” en provincias.

Hasta que llegue ese momento, aún debe madurar su approach mediático para soportar reflectores que vayan más allá de un farolillo local de relativa cooptabilidad. (NdR: por fortuna, aún hay valiosas excepciones de independencia informativa en el territorio.)

En octubre de 2010 realiza una entrevista en el programa “Hablamos con...” de Telealicante, cadena televisiva local denominada anteriormente Canal 37, que en su momento recibía financiación de la Diputación provincial y que adquirió Angel Fenoll (uno de los más mentados en el caso Brugal, en el que está implicado un nutrido grupo de poíticos y empresarios alicantinos). De este canal al servicio del aparato provincial del PP, asumió la dirección Alberto Payá aquel verano. Payá condujo la entrevista y demostró su profesionalidad, que quizás quedó en demasiada evidencia ante la rigidez mediática de Sonia Castedo en un plató.

La entrevista parecía por momentos una más de las hechas a un jugador de fútbol, en donde el periodista de turno suelta una parrafada infernal llena de aserciones y cierra con una pregunta biunívoca. Y al entrevistado le queda poco más que decir “sí, claro” o “no, claro” y alguna frase adicional de redondeo. 

Cabe destacar que en política también se ha aplicado, y mucho, este modelo de entrevista condicionada y auto-complaciente. Y en ésta, programada cuando más arreciaban las “malas lenguas” con las (posibles) vinculaciones de la Castedo con tramas de prevaricación como las vinculadas al constructor Ortiz y concursos municipales, la lucense se arrellanó en la poltrona de plató y, de forma relajada, lanzó algunas previsiones que con el tiempo le fueron desmontando desde Valencia. (fin 2º capítulo; cap. 1: "La rubia que no quiere ron"; cap. 3: “Lo que diga el jefe”)
Fanelli

martes, 12 de abril de 2011

La rubia que no quiere ron

El culebrón del verano

Cuando llega la época de renovar autoridades en las instancias locales y regionales cabría pensar que las grandes organizaciones políticas (las que actúan principalmetne en ámbito estatal) tienen sus cuitas más o menos resueltas. Mucho más si los resultados no sufren grandes variaciones en las dos citas anteriores (y hablamos del partido ganador).
No parece ser el caso del PP valenciano, especialmente en lo referido a la provincia de Alicante, la que ha ganado más importancia en términos demográficos pero germen primario del zaplanismo, luego transmutado a ripollismo, y que en todo caso actúa como forúnculo mal situado para la corriente “oficialista” del campsismo.

Una designación que se hizo esperar, como todas las “rubias”

La reciente confirmación de la lista alicantina ha reanimado los enconos internos que la formación conservadora pretende ocultar (pero no puede). Mientras arrecian las declaraciones cruzadas y que desde Génova terminarán pacificando “porque aquí estamos para otra cosa...”, podemos remitirnos a la cabeza de lista municipal de la capital.

Ya puede hablarse entonces de Castedo como Sonia, la Designada. Y se nota en su discurso, ya no tan huidizo y ambiguo, y también en una página de FB, presuntamente “abierta a todos”, en la que se nota que el equipo de NNGG a ella asignado ha trabajado día y noche para eliminar fotos dudosas y visitantes molestos. Por “molesto” debe entenderse cualquier comentario que resulte más crítico que “Sonia, llegaste tarde al acto” (aparente máximo nivel de crítica admitido).

Esta lucense afincada de niña en Alicante representó en 1991 a una humilde Foguera (Princesa Mercedes) como Belleza adulta y terminó su carrera universitaria de Sociología.

En 1993 se afilia al PP a través de NNGG (Nuevas Generaciones). Algo le habrían anticipado ya que ese mismo año Zaplana asumía la alcaldía de Benidorm tras una moción de censura que prosperó gracias a una tránsfuga del PSOE.

A los dos años entra como apoyo técnico (¿chica de las fotocopias?) en el gabinete de prensa municipal cuando el PP gana el Ayuntamiento alicantino con Díaz Alperi a la cabeza. El partido necesitaba carne fresca para renovar miles de puestos en toda la región y ella tenía la edad, la formación y el carnet apropiados.

También algo habrá visto en ella Alperi porque se convirtió, progresivamente, en su delfina. El ascenso se da como concejala de Turismo, de Urbanismo (ooops!!) y ya como primera teniente de Alcalde en 2007, como escudera de la huída de Alperi hacia las Cortes como aforado (una práctica últimamente habitual en dicha formación) a pocos meses de haber sido reelecto tras varias imputaciones pero esta vez con investigaciones patrimoniales concretas ordenadas por vía judicial.

Es así como, en una movida más preparada que repentina, Sonia accede a la cabeza del Ayuntamiento de Alicante, una capital provincial postergada como pocas para su tamaño y ubicación geográfica. Allí surge la sonriente lucense a mostrar otras cualidades, las necesarias para timonear un Gobierno endeudado y que mantuvo el poder por menos de 500 votos, hasta las próximas elecciones (las que tocan en menos de 45 días).

No modificó mayormente la estrategia alperiana aunque sí se notó su mejor “savoir faire” en comparación con el tosco Alperi, manifestado a través de su don de gentes, su aún atractiva figura (aunque tempranamente rendido su pelo al color “rubio técnico”) y un estilo oratorio muy caro por estas tierras, ya que aplica una ostentosidad declamatoria a prácticamente cualquier frase que pronuncia.

Al respecto, sugerimos leer (o releer) el artículo que Manuel Alcaraz le dedica en una reciente edición dominical (27-3-11) del diario Información. Simplemente recopila sensaciones y percepciones que tienen muchos ciudadanos alicantinos. (fin 1º capítulo; cap. 2: “La choni que quiso ayudar”; cap. 3: "Lo que diga el jefe")

Fanelli